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28/2/08

Tales de Mileto




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Tales de Mileto

De Wikipedia, la enciclopedia libre

Tales de Mileto (Θαλής ο Μιλήσιος)
Tales de Mileto (Θαλής ο Μιλήσιος)
Nacimiento: h. 639 ó 624
Mileto, grecia antigua, actualmente turquia
Fallecimiento: 547/6 a.C.
Tales de Mileto (en griego Θαλής ο Μιλήσιος) (h. 639 ó 624 adC - h. 547/6 adC) fue el iniciador de la indagación racional sobre el universo, por lo cual se le considera el primer filósofo de la historia. Fue el primero y más famoso de los Siete Sabios de Grecia (el sabio astrónomo) y tuvo como discípulo y protegido a Pitágoras. Es aparte uno de los más grandes astrónomos y matemáticos de su época, a tal punto que era una lectura obligatoria para cualquier matemático en la Edad Media y contemporánea. Sus estudios abarcaron profusamente el área de la Geometría, Álgebra Lineal, Cuerpos en el espacio y algunas ramas de la Física, tales como la Estática, Dinámica y Óptica. Su vida está envuelta en la bruma de la Leyenda. Fue el primer Filósofo Jónico.


Datos biográficos y anécdotas [editar]

Thales nació en la ciudad de Mileto (griego: Μίλητος literamente Miletos, turco: Milet) una antigua ciudad en la costa occidental de Asia Menor (en lo que actualmente es la Provincia de Aydın en Turquía), cerca de la desembocadura del río Menderes.
Lo poco que se conoce de la vida de Tales proviene de fuentes antiguas, algunas un tanto dispares. La mayoría de los historiadores nos lo presentan como genuino milesio. Sin embargo, según Diógenes Laercio, importante historiador griego, fue admitido en la ciudad jonia de Mileto, a orillas del Mar Egeo después de ser expulsado de Fenicia junto con Nileo. Lo que es incuestionable es que residió en aquella ciudad y fue allí en donde desarrolló su filosofía. Fue hijo de Euxamias (conocido también como Examio) y de Cleobulina (o Cleóbula), y al parecer tuvo ascendencia fenicia. Como los jonios mantenían tráfico comercial con Egipto y Babilonia, es probable que Tales visitara el primero cuando era joven, durante el reinado del faraón Amasis, en donde se supone que fue educado por los sacerdotes. Quizás fueron condiscípulos suyos Solón y Ferécides de Siros. También es probable que haya conocido personalmente a Pitágoras, a quien recomendó viajar a Egipto y educarse con los sacerdotes de Menfis y Dióspolis. De los babilonios debió aprender astronomía. Anaximandro y Anaxímenes pueden haber sido discípulos suyos. Apolodoro, en su ¨Cronología¨, afirma que murió a la edad de setenta y ocho años. Sin embargo, Sosícrates asegura que murió en la olimpiada LVIII, a la edad de noventa años.
Tanto Heródoto (I, 170) como Diógenes Laercio (I, 25) lo señalan como un sabio consejero político de jonios y lidios. Laercio afirma que algunos como el poeta Corilio declararon que fue el primero en sostener la inmortalidad del alma, que, según nos refiere Aristóteles, es para Tales una fuerza motriz. También refiere Heródoto (I, 75) que logró desviar el río Halys para que fuera cruzado por el ejército de Creso.
Aristóteles, por su parte, cuenta en su Política (I, 11, 1259a) que también se destacó en el área de las finanzas, una vez que, habiendo predicho (gracias a sus conocimientos astronómicos) cómo sería la cosecha de aceitunas, compró durante el invierno todas las prensas de aceite de Mileto y Quíos y las alquiló al llegar la época de la recolección, acumulando una gran fortuna y mostrando así que los filósofos pueden ser ricos si lo desean, pero que su ambición es bien distinta.
Quizás la anécdota más conocida de Tales es aquella que nos refiere Heródoto, cuando predijo a los jónicos el año en que sucedería un eclipse solar (quizá llevada a cabo gracias al sistema babilónico), hacia el año 585 adC. Así mismo, Diógenes Laercio recuenta que, al caer Tales en un pozo después de ser llevado por una vieja mujer a ver las estrellas, ésta replicó a su pedido de ayuda: ¨¿Cómo pretendes, Tales, saber acerca de los cielos, cuando no ves lo que está debajo de tus pies?¨. Se le atribuye el haber haber realizado la medición de las pirámides, mediante las sombras que proyectan cuando éstas son de la misma medida que nosotros mismos. Fue el primero en haber hecho una explicación científica de un eclipse. También se dice que fue el primero en dividir al año en estaciones y en 365 días.

Pensamiento y obra [editar]

En tiempos de Tales, los griegos explicaban el origen y naturaleza del cosmos con mitos de héroes y dioses antropomórficos.

La explicación de la Naturaleza [editar]

La filosofía griega se inició con una pregunta por la Naturaleza (physis) o por el principio o principios últimos (tierra, agua, aire...) que son la naturaleza de las cosas. Los primeros filósofos griegos creían que, o la tierra, el agua, el aire, etc. eran aquellos por los que se generaban todos los elementos del universo, es decir, el origen. También pensaban que éste principio o principios eran aquellos en los que consistían todos los seres del universo, es decir, sustrato. Por último también debían ser aquello o aquellos que podían explicar las transformaciones que acontecían en el universo, causa.

La explicación de Tales [editar]

Si la Naturaleza remitía siempre a un principio o arjé cabía preguntarse por si era posible concebir una única realidad o sustancia que pudiera ejercer en ella tanto de origen, sustrato y causa.
Tales argumentaba que era el agua quien desempeñaba dicho papel, y quizás sea la primera explicación significativa del mundo físico sin hacer referencia explícita a lo sobrenatural. Tales afirmaba que el agua es la sustancia universal primaria y que el mundo está animado y lleno de divinidades.

Razones de por qué el agua es el principio [editar]

Aristóteles nos dice que para Tales el agua es el principio o arché (arjé) de todas las cosas debido a que:
  • La tierra descansa sobre el agua.
  • La humedad está en la nutrición de todas las cosas.
  • El calor mismo es generado por la humedad y conservado por ella.
  • Las semillas de todas las cosas son húmedas, y el agua es el origen de la naturaleza de las cosas húmedas.

Origen de su pensamiento [editar]

Es muy probable que haya sido uno de los primeros hombres que llevaron la geometría al mundo griego, y Aristóteles lo considera como el primero de los φυσικόι o "filósofos de la naturaleza". Muchas de estas ideas parecen provenir de su educación egipcia. Igualmente, su idea de que la tierra flota sobre el agua puede haberse desprendido de ciertas ideas cosmogónicas del Oriente próximo.

Obras [editar]

Algunos estudiosos sostienen que Tales no escribió ninguna obra, y que su conocimiento se transmitió, en un principio, de forma oral. Otros sin embargo, opinan que sí y, siguiendo a las fuentes antiguas, citan entre sus obras (las cuales no han sobrevivido ni siquiera de manera fragmentaria), una Astronomía náutica (atribuída también a Foco de Samos), Sobre el solsticio y Sobre los equinoccios.

Citas de Tales [editar]

Algunas sentencias y versos que Diógenes Laercio le atribuye a Tales son las siguientes:
  • Muchas palabras no son signo de ánimo prudente.
  • Busca una sola sabiduría.
  • Elige una sola cosa buena.
  • Quebrantará así la lengua de los charlatanes.
  • Lo más hermoso es el mundo, porque es obra de Dios.
  • Lo más grande es el espacio, porque lo encierra todo.
  • Lo más veloz es el entendimiento, porque corre por todo.
  • Lo más fuerte es la necesidad, porque domina todo.
  • Lo más sabio es el tiempo, porque esclarece todo.
Laercio también asegura que es de Tales el proverbio de "conócete a tí mismo".

Bibliografía [editar]

  • Álgebra. (Dr. Aurelio Baldor, 1985. Ed. Ediciones y Distribuciones CODICE, S.A., Madrid). ISBN 84-357-0062-3.

Véase también [editar]

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ENCICLONET
Tales de Mileto.

àMatemático y filósofo griego, uno de los siete sabios de la antigua Grecia y autor del teorema que lleva su nombre. Nació hacia el año 624 a.C. en Mileto, ciudad ubicada en la región de Jonia, en Asia Menor (la actual Turquía), que era la ciudad helénica más avanzada culturalmente en el siglo VI a.C. Estaba gobernada por el tirano Aristógaras, persona muy culta, quien poseía una tablilla de bronce en donde estaba dibujado el mar Mediterráneo, conocido entonces como Mar del Medio. Viajó a Egipto, donde aprendió geometría de los sacerdotes de Menfis, y astronomía, que posteriormente enseñaría con el nombre de astrosofía. Dirigió en Mileto una escuela de náutica, construyó un canal para desviar las aguas del Halis y dio acertados consejos políticos. Fue llamado padre de la filosofía por Aristóteles y se le considera fundador de la geometría. También fue maestro de Pitágoras y Anaxímedes, y contemporáneo de Anaximandro. Murió aproximadamente en el año 546 a.C.

A pesar de su reputación, los datos que han llegado sobre él no son del todo fiables; cuentan de él que predijo un eclipse de sol para el día 28 de mayo de 585 a.C., que hizo que se suspendiera una batalla entre los medos y los libios; también parece ser que predijo una gran cosecha de aceites mediante la observación de los fenómenos atmosféricos y que alquiló los molinos de aceite de Mileto con anticipación. Platón dice de él que, abstraído en mirar las estrellas, cayó en un pozo: por querer enseñar lo más sublime, se olvidó de lo que tenía ante sus pies. Explicó la formación de los terremotos por los cambios de temperaturas, y midió la altura de la pirámide de Keops por la sombra que proyectaba en el suelo. Descubrió la propiedad de atracción de ciertos metales en un mineral denominado "magnetita" (óxido ferroso-férrico), que era abundante en la región de Magnesia, en Asia Menor; de ahí el nombre que se le dio al fenómeno: magnetismo o virtud magnética. También descubrió que frotando el hierro con magnetita, o manteniéndole durante un cierto tiempo bajo su influencia, se imanaba, es decir, adquiría la virtud magnética. Tales atribuye alma, es decir, vida al imán, porque atrae al hierro, y la noción de atracción magnética es explicada por él de esta forma.
Fue el primer griego que intentó dar una explicación física del Universo, que para él era un espacio racional pese a su aparente desorden. Sin embargo, no buscó un Creador en dicha racionalidad, pues para él todo nacía del agua, la cual era el elemento básico del que estaban hechas todas las cosas, pues se constituye en vapor, que es aire, nubes y éter; del agua se forman los cuerpos sólidos al condensarse, y la Tierra flota en ella. Tales se planteó la siguiente cuestión: si una sustancia puede transformarse en otra, como un trozo de mineral azulado lo hace en cobre rojo, ¿cuál es la naturaleza de la sustancia, piedra, cobre, ambas?, ¿cualquier sustancia puede transformarse en otra de forma que finalmente todas las sustancias sean aspectos diversos de una misma materia? Tales consideraba que esta última cuestión sería afirmativa, puesto que de ser así podría introducirse en el Universo un orden básico; quedaba determinar cuál era entonces esa materia o elemento básico. Finalmente pensó que era el agua, pues es la que se encuentra en mayor cantidad, rodea la Tierra, impregna la atmósfera en forma de vapor, corre a través de los continentes y la vida no es posible sin ella. La Tierra, para él, era un disco plano cubierto por la semiesfera celeste flotando en un océano infinito. Esta tesis sobre la existencia de un elemento del cual estaban formadas todas las sustancias cobró gran aceptación entre filósofos posteriores, a pesar de que no todos ellos aceptaron que el agua fuera tal elemento. Lo importante de su tesis es la consideración de que todo ser proviene de un principio originario, sea el agua, sea cualquier otro. El hecho de buscarlo de una forma científica es lo que le hace ser considerado como el "padre de la filosofía".

Su filosofía es un hylozoísmo: todo está lleno de dioses, considerados simplemente como seres suprahumanos, lo cual refleja su tendencia innata a observar el mundo desde una perspectiva humana y a estructurarlo en categorías familiares.
En geometría, y en base a los conocimientos adquiridos en Egipto, elaboró un conjunto de teoremas generales y de razonamientos deductivos a partir de estos. Todo ello fue recopilado posteriormente por Euclides en su obra Elementos, pero se debe a Tales el mérito de haber introducido en Grecia el interés por los estudios geométricos. En realidad, los conocimientos de Tales se limitaban a algunos rudimentos no demostrados del tipo: "los ángulos en la base de un triángulo isósceles son iguales" o "el diámetro divide un círculo en dos semicírculos iguales".

Aunque no hay certeza absoluta sobre sus obras, se le atribuyen Filosofía natural, Astrología náutica (atribuida finalmente a Foco Samio) y los tratados Del regreso del sol de un trópico a otro y Del equinoccio. En cualquier caso, la extensión de sus escritos no era superior a unos doscientos versos, y en ellos, según la costumbre de la época, manifestó sus opiniones en forma aforística. Dos supuestas cartas, una a Ferecides y otra a Solón, han sido conservadas por Diógenes Laercio.
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25/2/08

y2a -Ladrones de tumbas, un negocio peligroso

Ladrones de tumbas, un negocio peligroso | elmundo.es

Foto del barrio de Guiza, junto a las Pirámides. (Foto: EFE)

Foto del barrio de Guiza, junto a las Pirámides. (Foto: EFE)

Actualizado lunes 25/02/2008 12:32 (CET)
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ANTONIO JARA (EFE)

EL CAIRO.- Decenas de egipcios cegados por la codicia y la credulidad han muerto en los últimos años sepultados en las oscuras excavaciones clandestinas que realizan con la esperanza de hallar un fabuloso tesoro faraónico.

Los hay que buscan joyas y oro que vender clandestinamente en el mercado de antigüedades, pero otros buscan el legendario "mercurio rojo", el elixir de la dicha, la riqueza y la salud eternas, un elemento químico que según la creencia popular se encuentra en cápsulas ocultas en las gargantas de la momias egipcias.

Los ladrones de tumbas nunca han descansado, pero desde enero pasado se ha desatado una auténtica fiebre de búsqueda de riquezas faraónicas en la localidad rural de Nahia, en el oeste de El Cairo.

Este frenesí quedó al descubierto cuando algunos lugareños de la zona denunciaron que sus viviendas afrontan el peligro de desplomarse por las fosas que muchas personas excavan con la ilusión de hallar antigüedades. na ilusión que el experto Alaa al Chahat, responsable de la zona arqueológica próxima a Nahia, descartó rotundamente.

"Yo envié a expertos a ese área para investigar, pero no encontraron ningún indicio de artefactos faraónicos. La presunta existencia de tesoros en Nahia no son más que rumores difundidos por charlatanes", dijo Chahat.

"Los timadores convencen a los ingenuos de que el subsuelo de sus viviendas oculta tesoros de incalculable valor, y que para extraerlos se requiere someter al duende que los custodia", explicó el responsable egipcio.

"Y, claro -agregó Chahat en tono burlesco-, los charlatanes cobran a sus clientes altas sumas de dinero para comprar los sahumerios y talismanes necesarios para que los duendes permitan a la gente extraer los supuestos tesoros".

Por su parte, Achur Abu Mohamed, un fontanero que vive en Nahia, relató algo similar, al confirmar que presuntos hechiceros alientan a la gente de su vecindario a extraer las supuestas riquezas arqueológicas del suelo de sus hogares.

"Ellos también han propagado el rumor en mi barrio de que mi casa oculta un tesoro", explicó Achur.

"Pero yo no estoy dispuesto a arriesgar mi vida, mi casa o perder dinero, como le sucedió a un conocido comerciante, que gastó más de 72.000 dólares en pagar los ritos del hechicero y los trabajos de excavación, y al final no hallaron nada, lo único que hicieron fue dañar los cimientos", subrayó.

De todas formas, Achur agradece a Dios que hasta el momento no se hayan producido desenlaces fatales en la búsqueda del tesoro en su pueblo, como ha sucedido en otras zonas del país, donde decenas de personas han muerto bajo toneladas de tierra y roca.

Graves accidentes

Hace dos años, seis jóvenes sufrieron ese infortunio en el interior de una gruta en unas canteras de Heluan, en el sureste de El Cairo. Según la prensa local, esas seis personas -junto a otras tres, que fueron rescatadas milagrosamente con vida- llevaban 10 días excavando infructuosamente en la caverna.

La misma trágica suerte corrió a principios de 2006 el obrero Hosni Mutamed, de 48 años, que murió cubierto por la tierra en un pasadizo de unos 10 metros de largo que había excavado en una vivienda con el ambición de extraer un "valioso tesoro", en la provincia sureña de Sohag.

El suceso quedó al descubierto cuando un campesino, vecino de Mutamed, denunció ante la policía que el suelo de una habitación de su casa se hundió repentinamente, y que desde el subsuelo le llegaban los gritos sofocados de una persona.

Asimismo, a fines de enero pasado, Diaa al Sayed, de 24 años, murió sepultado en una fosa de 15 metros de profundidad, que junto a cuatro amigos había excavado en una vivienda para extraer "el tesoro", en el distrito de Al Saf, en el sur de la capital egipcia.

Pero, algunas veces, las búsquedas clandestinas han aportado descubrimientos que la egiptología desconocía, como ocurrió en octubre de 2006.

Doce hombres excavaron en el subsuelo de la casa de uno de ellos, en la provincia de Al Fayum, un foso por el que llegaron a un pasadizo de 40 metros que conducía a un mausoleo faraónico.

El estruendo que armaron fue tal que fueron descubiertos "in fraganti" y, gracias a ellos, las autoridades egipcias encontraron una tumba cuya existencia había sido un secreto durante siglos.

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23/2/08

s2t2 -Immanuel Kant

Immanuel Kant

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Esta página está siendo traducida del idioma inglés a partir del artículo Immanuel Kant, razón por la cual puede haber lagunas de contenidos, errores sintácticos o escritos sin traducir.
Filosofía occidental
Filosofía del siglo XVIII
Immanuel Kant

Nombre

Immanuel Kant

Nacimiento

22 de abril de 1724
Königsberg, Reino de Prusia
(actualmente Kaliningrado, Rusia)

Fallecimiento

12 de febrero de 1804 (79 años)
Königsberg, Reino de Prusia

Escuela/Tradición

Kantianismo, filosofía de la Ilustración

Intereses principales

Epistemología, Metafísica, Ética

Ideas notables

Imperativo categórico, idealismo trascendental, juicios sintéticos a priori, fenómeno, noúmeno, sapere aude, nebulosa protosolar

Influencias

Wolff, Tetens, Hutcheson, Sexto Empírico, Montaigne, Hume, Descartes, Malebranche, Leibniz, Spinoza, Locke, Berkeley, Rousseau, Newton, Emanuel Swedenborg

Influenció a

Fichte, Schelling, Hegel, Schopenhauer, Nietzsche, Peirce, Husserl, Heidegger, Wittgenstein, Sartre, Cassirer, Habermas, Rawls, Chomsky, Nozick, Karl Popper, Kierkegaard, Jung, Searle, Michel Foucault, Hannah Arendt, Karl Marx, Giovanni Gentile, Karl Jaspers

Firma

Immanuel Kant (22 de abril de 172412 de febrero de 1804) fue un filósofo alemán de Königsberg en el Reino de Prusia (ahora Kaliningrado, Rusia). Está considerado como uno de los pensadores más influyentes de la Europa moderna y del último periodo de la Ilustración. En la actualidad, Kant continúa teniendo sobrada vigencia en diversas disciplinas: Filosofía, Derecho, Ética, Estética, etc. Una sostenida meditación sobre los diversos fenómenos del obrar humano nos remite necesariamente a Kant, que junto con Platón y Aristóteles constituye el hilo conductor de los grandes aportes al conocimiento humano.

Biografía [editar]

Immanuel Kant — que fue bautizado como 'Emanuel' pero más tarde cambió su nombre a 'Immanuel'[1] después de que aprendiera hebreo — nació en 1724 en Königsberg, como el cuarto de nueve hijos (cinco de los cuales alcanzaron la adolescencia). Pasó toda su vida alrededor de su ciudad natal, la capital de Prusia Oriental en ese tiempo, sin viajar jamás más de 150 km de Königsberg.[2] Su padre Johann Georg Kant (1682–1746) era un artesano alemán de Memel, en ese tiempo la ciudad más al nordeste de Prusia (ahora Klaipėda, Lituania). Su madre Anna Regina Porter (1697–1737), nacida en Núremberg, era la hija de un fabricante escocés de sillas de montar. En su juventud, Kant fue un estudiante constante, aunque no espectacular. Creció en un hogar pietista piadoso que ponía énfasis en una intensa devoción religiosa, la humildad personal, y una lectura literal de la Biblia. Por consiguiente, Kant recibió una educación severa — estricta, punitiva y disciplinaria — que favoreció la enseñanza del latín y la religión por encima de las matemáticas y las ciencias.[3]

El joven estudiante [editar]

Kant desde el primer momento mostró gran aplicación para estudiar. Primero fue enviado al Collegium Fridericianum y después se matriculó en la Universidad de Königsberg en 1740, a la edad de 16 años.[4] Estudió la filosofía de Leibniz y Wolff bajo Martin Knutzen, un racionalista que también estaba familiarizado con los desarrollos de la filosofía y ciencia británica y que introdujo a Kant a la nueva física matemática de Newton. El infarto de su padre y la posterior muerte en 1746 interrumpió sus estudios. Kant se convirtió en un profesor particular en los pequeños pueblos alrededor de Königsberg, pero continuó su investigación académica. En 1749 publicó su primera obra filosófica, Gedanken von der wahren Schätzung der lebendigen Kräfte ("Meditaciones sobre la verdadera estimación de las fuerzas vivas"). Kant publicó muchas más obras sobre temas científicos, convirtiéndose en un profesor universitario en 1755.

En Allgemeine Naturgeschichte und Theorie des Himmels ("Historia Universal de la Naturaleza y Teoría acerca del Cielo", 1755), Kant diseñó la hipótesis de la nebulosa protosolar, en donde dedujo correctamente que el Sistema Solar se formó de una gran nube de gas, una nebulosa. Así, explicó el orden del Sistema Solar, anteriormente visto por Newton como una imposición de Dios desde el comienzo. Kant también dedujo correctamente que la Vía Láctea era un largo disco de estrellas, también formada de una nube giratoria (más grande) de gas y sugirió la posibilidad de que otras nebulosas podían ser también grandes discos de estrellas distantes. Con estos descubrimientos abrió nuevos horizontes para la astronomía: por primera vez se extendió la astronomía más allá del Sistema Solar hasta dominios galácticos y extragalácticos y de nuevo al pasado lejano.

Desde este momento, Kant se dirigió hacia temas cada vez más filosóficos, aunque continuaría escribiendo sobre las ciencias a lo largo de su vida. En los inicios de los años 1760, Kant produjo una serie de importantes obras de filosofía. Die falsche Spitzfindigkeit der vier syllogistischen Figuren erwiesen ("La Falsa Sutileza de las Cuatro Figuras del Silogismo"), una obra sobre lógica, publicada en 1762. Aparecieron dos libros más en el año siguiente: Versuch, den Begriff der negativen Größen in der Weltweisheit einzuführen ("Ensayo para introducir el concepto de magnitud negativa en filosofía") y Der einzig mögliche Beweisgrund zu einer Demonstration des Daseins Gottes ("El único fundamento posible de una demostración de la existencia de Dios"). En 1764, Kant escribió Beobachtungen über das Gefühl des Schönen und Erhabenen ("Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime") y quedó segundo tras Moses Mendelssohn en la competición del premio de la Academái de Berlín con su Untersuchung über die Deutlichkeit der Grundsätze der natürlichen Theologie und Moral ("Sobre la nitidez de los principios de la teología natural y de la moral"). En 1770, a la edad de 45 años, Kant fue finalmente nombrado Profesor de Lógica y Metafísica en la Universidad de Königsberg. Kant escribió su Disertación inagural en defensa de este nombramiento. Esta obra vio la aparición de varios temas centrales de obras, incluyendo la distinción entre las facultades del pensamiento intelectual y la receptividad razonable.

Giro hacia la crítica [editar]

A la edad de 46 años, Kant era un conocido erudito y un filósofo cada vez más influyente. Se esperaba mucho de él. Como respuesta a una carta de su estudiante, Markus Herz, Kant llegó a reconocer que en la Disertación Inagural, falló en no explicar la relación y conexión entre nuestras facultades de razonamiento e intelectuales. También reconoció que David Hume le despertó del "sueño dogmático" (alrededor de 1770). Kant no publicó ningún trabajo de filosofía en los próximos once años.

Kant dedicó su década silenciosa trabajando en una solución a los problemas planteados. Aunque matuvo contacto con otros, Kant se aisló, a pesar de los intentos de los amigos de sacarle de su aislamiento. En 1778, en respuesta a una de esos reclamos de un alumno, Kant escribió:

"Cualquier cambio me hace aprensivo, incluso si ofrece la mejor promesa de mejorar mi estado, y estoy convencido por este instinto natural mío que debo prestar atención si deseo que los hilos que las Parcas tejen tan finos y débiles en mi caso sean tejidos a cualquier longitud. Mi sincero agradecimiento, a mis admiradores y amigos, que piensan tan bondadosamente de mí hasta comprometerse con mi bienestar, pero al mismo tiempo pido una más humilde protección en mi actual estado de cualquier alteración."

Cuando Kant salió de su silencio en 1781, su resultado fue la Crítica de la razón pura. La cuál, a pesar de ser hoy reconocida unánimemente como uno de los más grandes trabajos en la historia de la filosofía, fue ignorada en su momento de publicación. El libro era largo, más de 800 páginas en la edición original en alemán, y escrito en un estilo seco y académico. Recibió pocas críticas, y esto no le concedió importancia a la obra. Su densidad lo hizo, como Johann Gottfried Herder puso en una carta a Johann Georg Hamann, un "tipo duro de roer", ocultado por "…todo este grueso hilo de telaraña."[5] Esto contrasta completamente con el elogio que Kant recibió en obras anteriores como la susodicha "Disertación inaugural" y otras obras cortas que preceden a la primera Crítica. Estos tratados bien recibidos y legibles incluyen uno sobre el terremoto de Lisboa que fue tan popular que se vendía página a página.[6] Antes de su giro hacia la crítica, sus libros se vendieron bien, y cuando publicó Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime en 1764 se había convertido en un autor popular de cierto renombre.[7] Kant se decepcionó con la recepción inicial de la Crítica. Reconociendo la necesidad de aclarar el tratado original, Kant escribió los Prolegómenos a toda metafísica futura en 1783 como un resumen de sus principales puntos de vista. También animó a su amigo, Johann Schultz, a publicar un breve comentario sobre la Crítica de la razón pura.

La reputación de Kant, gradualmente aumentó durante la década de 1780, gracias a una serie de obras importantes: el ensayo de 1784, Respuesta a la pregunta: ¿Qué es Ilustración?; Fundamentación de la metafísica de las costumbres de 1785 (su primera obra sobre filosofía moral); y Primeros principios metafísicos de la ciencia natural de 1786. Pero el reconocimiento final de Kant llegó desde una fuente inesperada. En 1786, Karl Reinhold comenzó a publicar una serie de cartas públicas sobre la filosofía kantiana. En estas cartas, Reinhold enmarcó la filosofía de Kant como una respuesta a la principal controversia intelectual de la era:la Disputa Panteísta. Friedrich Heinrich Jacobi acusó al recientemente fallecido Gotthold Ephraim Lessing (un distinguido dramaturgo y ensayista filosófico) de spinozismo. Esa acusación, equivalente al ateísmo, fue desmentida rotundamente por Moses Mendelssohn, y surgió una amarga disputa pública entre ellos. La controversia gradualmente escaló a un debate general sobre los valores de la Ilustración y de la razón en sí misma. Reinhold mantuvo en sus cartas que la Crítica de la razón pura de Kant podía resolver esta disputa defendiendo la autoridad y los límites de la razón. Las cartas de Reinhold fueron leídas extensamente e hicieron a Kant el filósofo más famoso de su era.

Últimas obras de Kant [editar]

Kant publicó una segunda edición de la Crítica de la razón pura en 1787, con muchas modificaciones de las primeras partes del libro. La mayoría de sus posteriores obras se centraron en otras áreas de la filosofía. Continuó desarrollando su filosofía moral, notablemente en la Crítica de la razón práctica (conocida como la segunda Crítica) de 1788 y Metafísica de las costumbres de 1797. La Crítica del juicio (la tercera Crítica) de 1790 aplicó el sistema kantiano a la estética y la teleología. También escribió varios ensayos algo populares sobre historia, religión, política y otros temas. Estas obras fueron bien recibidas por los contemporáneos de Kant y confirmaron su posición preeminente en la filosofía del siglo dieciocho. Había varias revistas dedicadas únicamente a defender y criticar la filosofía kantiana. Pero a pesar de su éxito, las tendencias filosóficas se movían hacia otra dirección. Muchos de los discípulos más importantes de Kant (incluyendo a Reinhold, Beck y Fichte) transformaron la posición kantiana en formas de idealismo cada vez más radicales. Esto marcó la aparición del Idealismo alemán. Kant se opuso a estos desarrollos y denunció públicamente a Fichte en una carta abierta[8] en 1799. Fue uno de sus últimos actos filosóficos. La salud de Kant, por mucho tiempo mala, empeoró y murió en 1804. Su inacabada obra final, el fragmentario Opus Postumum, fue (como su título sugiere) publicado póstumamente.

Han surgido una variedad de creencias populares con respecto a la vida de Kant. A menudo se sostiene, por ejemplo, que Kant maduró tardíamente, que sólo se convirtió en un filósofo importante a medidados de sus 50 años después de rechazar sus anteriores puntos de vista. Aunque es cierto que Kant escribió sus mejores obras relativamente tarde en su vida, hay una tendencia a infravalorar el valor de sus obras anteriores. El estudio de Kant recientemente ha dedicado más atención a estos escritos "pre-críticos" y ha reconocido un grado de continuidad con su obras maduras.

Muchos de los mitos comunes acerca de las peculiaridades personales de Kant están enumerados, explicados y refutados en la introducción de la traducción en inglés de Goldthwait de Beobachtungen über das Gefühl des Schönen und Erhabenen ("Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime").[9] A menudo se sostiene que Kant vivió una vida muy estricta y previsible, lo que lleva a la historia a menudo repetida de que sus vecinos ponían sus relojes en hora con sus paseos diarios.[10] De nuevo, esto es sólo en parte cierto. Mientras fue joven, Kant fue una persona muy sociable y un apasionado de los convites durante la mayoría de su vida. No se casó nunca. Únicamente más adelante en su vida, bajo la influencia de su amigo, el comerciante inglés Joseph Green, hizo que Kant adoptara un estilo de vida más regular.[11]

Tumba [editar]

Inscripción sobre la tumba de Immanuel Kant
Inscripción sobre la tumba de Immanuel Kant

Desde 1879 a 1881,se recolectó dinero para construir una capilla de monumento. La tumba de Kant se encuentra fuera de la Catedral de Königsberg actualmente Kaliningrado, en el río Pregolya, es uno de los pocos artefactos alemanes conservados por los soviéticos después de que conquistaran y anexaran la ciudad en el año 1945. La tumba original de Kant fue demolida por las bombas rusas a comienzos de aquel año. Una réplica de una estatua de Kant ubicada en frente de la universidad fue donada por una entidad alemana en 1991. los recién casados llevan flores a la capilla, como hicieron antes para el monumento de Lenin. Cerca de la tumba se encuentra la siguiente inscripción en Aleman y Ruso, tomada de la “Conclusión” de Crítica de la razón práctica: «Dos cosas colman el ánimo con una admiración y una veneración siempre renovadas y crecientes, cuanto más frecuente y continuadamente reflexionamos sobre ellas: el cielo estrellado sobre mí y la ley moral dentro de mí.»


Su filosofía [editar]

Todo aquel que se ocupe de filosofía moderna, no puede dejar de lado a Kant; tal vez haya que decir lo mismo de todo aquel que se ocupe de filosofía occidental. Acaso no sea un autor muy leído por el grado de dificultades técnicas que las obras implican. Sus obras no son muy claras, y aparte de la oscuridad, suelen incurrir en desorientadoras repeticiones.

Kant ha ejercido muchísima influencia. Su obra es típicamente alemana, muy elaborado y un tanto nebulosa. Encerrado en su gabinete, donde pasó su larga vida de casi ochenta años, cuidaba poco el filósofo del mundo banal, aun cuando lo frecuentaba con placer.

Encastillado en su subjetividad, a la manera de Descartes, da a sus teorías una dirección muy distinta a la del filósofo francés. Descartes se adentra en su yo , pero ha de encontrar el camino para elevarse a Dios, y a un tiempo, para dar "certidumbre" al mundo físico o de la "res extensa". Kant, encerrado en un mundo fenoménico, ha de descalificar la posibilidad de contactar a las cosas en sí mismas. Sean las del mundo, la de Dios, la del alma.

La filosofía de Kant no niega la existencia de Dios, ni un orden moral, ni la realidad pensable de un mundo físico; lo que niega -salvo en lo moral- es que la razón humana pueda trascender y llegar a esos entes en sí mismos: sean el "mundo", "Dios" o el "alma".

Parte Kant de la conciencia, de las representaciones fenoménicas del yo. Sean provenientes del mundo externo o interno. Y se aboca, desde un principio, a la Estética trascendental.

Kant entiende por sensación el efecto de un objeto sobre la facultad representativa, en cuanto somos afectados por él. Se entiende que se prescinde por completo de la naturaleza del objeto afectante y que solamente se presta atención al efecto que se produce en nosotros, en lo puramente subjetivo.

La intuición empírica es una percepción cualquiera que refleje a un objeto, y así el conocimiento es considerado como un medio. La intuición empírica es la que se refiere a un objeto, pero por medio de la sensación. El fenómeno es el objeto indeterminado de la intuición empírica. El árbol puede afectarnos y de él tenemos una representación fenoménica. Nada podemos saber del árbol en sí. La realidad de la cosa, en ella misma, es un noúmeno, no alcanzable.

Estética trascendental [editar]

Inclusive en el orden sensible no todo dimana de la experiencia; hay elementos [[a priori ]], como el espacio. Así, para que las sensaciones sean referidas a objetos externos, a alguna cosa que ocupe un lugar distinto del nuestro, y asimismo, para poder entender los objetos como exteriores los unos a los otros, como situados en lugares diversos, es necesario que tengamos "antes" la representación del espacio. De lo que se infiere que la representación del espacio no puede derivar de la relación de los fenómenos ofrecidos en la experiencia. Todo lo contrario: es absolutamente necesario suponer esta representación de espacio como dada para que la experiencia fenoménica sea posible.

La representación del espacio no es un producto de la experiencia; es una condición necesaria para el ejercicio de la sensibilidad o una forma a priori que existe en nosotros. Una especie de tabla rasa donde se trazan los fenómenos. Sola o en sí misma, no contiene nada real, pero en ella hay lugar para que se dibuje todo lo sensible.

Cuando proyectamos hacia el exterior lo que denominamos extensión estamos aplicando o sobreponiendo a los fenómenos algo que no les pertenece, algo puramente subjetivo, una forma, una condición previa de nuestra sensibilidad. Todo lo que llamamos corporal no va más allá de la representación interna aunque lo consideremos como externo. Estamos dentro de una posición idealista.

En la primera edición de la "Crítica de la razón pura" Kant dice: "El concepto trascendental de los fenómenos en el espacio es una advertencia crítica de que en general nada de lo percibido en el espacio es una cosa en sí, que el espacio es además una forma de las cosas; los objetos en sí nos son completamente desconocidos y lo que llamamos cosas exteriores no son más que representaciones de nuestra sensibilidad".

La intuición del espacio es una de las formas de la sensibilidad externa, pero se da, además tanto en los fenómenos externos como internos, lo que llamamos tiempo, o sucesión. El tiempo es también un componente a priori de la sensibilidad que está en nosotros. Percibimos por fuerza una sucesión, pero no podemos entenderla como algo en sí. La ciencia del mundo no sería, teniendo en cuenta lo dicho sobre espacio y tiempo, una cosmología en sí, sino una fenomenología.

Entendimiento [editar]

Además de espacio y tiempo como formas puras de la sensibilidad, el hombre dispone de entendimiento. La sensibilidad es pasiva. El entendimiento es activo y su función es la de conformar los conceptos. El entendimiento no dispone de otra materia para sus conceptos que la ofrecida por las intuiciones sensibles. Sólo puede actuar y discurrir sobre la materia aportada por la representación sensible.

Recapitulando.

1.El origen de todos nuestros conocimientos está en los sentidos. El espacio es la forma que aportamos para las representaciones externas. El tiempo es la forma pura que previamente aportamos tanto para lo externo como para lo interno.

2.Aparte de estas formas puras la razón humana dispone de la facultad del entendimiento, conformadora espontánea con su bagaje de categorías.

3.Las intuiciones sensibles por sí mismas y solas no engendran conocimiento: son ciegas.

4.Las intuiciones sensibles constituyen materia de conocimiento en tanto se someten a la conceptualización del entendimiento. Y a partir de allí opera nuestro aparato discursivo.

La razón humana tiene en el conjunto de categorías su fuerza para concebir los objetos, pero siempre que haya un aflujo de fenómenos sobre los cuales ellas puedan actuar. Cuando tal cosa no ocurre, en el caso de los objetos denominados "metafísicos", como Dios, el alma, el mundo, tal función del entendimiento deriva sin mucho sentido y cae en las llamadas antinomias, en que tanto puede demostrarse como verdadera una posición como la contraria.

Ética de Kant [editar]

La doctrina ética kantiana está contenida en lo que se ha denominado como sus tres obras éticas: Fundamentación de la Metafísica de las Costumbres, Crítica de la Razón Práctica y Metafísica de las costumbres. Kant se caracterizó por la búsqueda de una ética o principios con el carácter de universalidad que posee la ciencia. Para la consecución de dichos principios Kant separó las éticas en: éticas empíricas(todas las anteriores a él) y éticas formales (ética de Kant). Este nuevo planteamiento acerca de la ética hace de Kant el padre de la filosofía moderna. La razón teórica formula juicios frente a la razón práctica que formula imperativos. Estos serán los pilares en los que se fundamenta la ética formal kantiana. La ética debe ser universal y por tanto vacía de contenido empírico, pues de la experiencia no se puede extraer conocimiento universal. Debe, además, ser a priori, es decir, anterior a la experiencia y autónoma, esto es, que la ley le viene dado desde dentro del propio individuo y no desde fuera. Los imperativos de esta ley deben ser categóricos y no hipotéticos que son del tipo "Si quieres A, haz B". En contraposición a la ética a Kant se encuentra la ética de Sto Tomás de Aquino. Es una ética material y por tanto heterónoma (la ley viene dada por Dios ) e hipotética en sus imperativos.

El imperativo Categórico tiene tres formulaciones:

  1. " Obra sólo según una máxima tal, que puedas querer al mismo tiempo que se torne en ley universal".
  2. " Obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre como un fin y nunca meramente como un medio".
  3. " Obra como si la máxima de tu acción debiera tornarse ley universal de la naturaleza".

Kant sintetiza su pensamiento ético en la contestación a 4 preguntas: ¿Qué debo hacer?, ¿Qué puedo conocer?, ¿Qué puedo esperar?, ¿Qué es el hombre?

A la primera interrogante trata de dar respuesta la moral. A la segunda el análisis de la "Crítica de la razón pura" en torno de las posibilidades y límites del conocimiento humano.A la tercera trata de responder la religión. Y, por último, según las palabras del filósofo, la última es una indagación en la que confluyen las tres anteriores.


Kant concluye su estudio epistemológico haciendo especial hincapié en la importancia del deber que es donde reside la virtud de toda acción. Al hacer coincidir la máxima de cualquier acción con la ley práctica, el ser humano habrá encontrado el principio objetivo y universal del obrar.

Obras [editar]

Del período pre-crítico

  • Pensamientos sobre la verdadera estimación de las fuerzas vivas (1747).
  • Historia general de la naturaleza y teoría del cielo (1755). Juárez Editor. Buenos Aires, 1969.
  • Nueva dilucidación de los primeros principios del conocimiento metafísico (1755). En Disertaciones latinas de Kant. Traducción de Juan David García Bacca. Universidad Central de Venezuela, Caracas, 1974.
  • Nuevo concepto del movimiento y el reposo (1758).
  • La falsa sutileza de las cuatro figuras del silogismo (1762).
  • El único fundamento posible de una demostración de la existencia de Dios (1763)
  • Lo bello y lo sublime (1764).
  • Sobre la nitidez de los principios de la teología natural y de la moral (1764).
  • Los sueños de un visionario (1766). Alianza, Madrid, 1987.
  • Sobre el fundamento primero de la diferencia entre las regiones del espacio (1766).
  • De mundi sensibilis atque intelligibilis forma et principiis (1770). CSIC, Madrid, 1961.
  • Historia general de la naturaleza y teoría del cielo, Allgemeine Naturgeschichte und Theorie des Himmels (1755).
  • Aufsätze, das Philantropin betreffend (1776-1777), en Pedagogía, Akal, Madrid, 1983.

Del período crítico

  • Crítica de la razón pura, Kritik der reinen Vernunft. (1781).
  • Prolegómenos a toda metafísica futura que pueda presentarse como ciencia, Prolegomena zu einer jeden künftigen Metaphysik, die als Wissenschaft wird auftreten können (1783).
  • ¿Qué es la Ilustración? (1784)
  • Fundamentación de la metafísica de las costumbres, Grundlegung zur Metaphysik der Sitten (1785).
  • Principios metafísicos de la ciencia de la Naturaleza Metaphysische Anfangsgründe der Naturwissenschaft(1786). Alianza. Madrid, 1989.
  • Reedición de la Crítica de la razón pura (1787).
  • Crítica de la razón práctica (1788).
  • Crítica del juicio Kritik der Urteilskraft (1790).
  • La religión dentro de los límites de la mera razón (1793).
  • La paz perpetua, Zum ewigen Frieden, ein philosophischer Entwurf (1795).
  • Metafísica de las costumbres, Metaphysik der Sitten (1797).
  • El conflicto de las facultades, Der Streit der Fakultäten, (1798).
  • El poder de las facultades afectivas (1798).
  • Antropología en sentido pragmático Atrhropologie en pragmatischer Hinsicht (1798). Trad. de José Gaos. Revista de Occidente, Madrid, 1935.
  • Transición desde los primeros fundamentos metafísicos de la ciencia natural a la Física (1888).
  • Opus postumum (colección de obras inconclusas) (1920).
  • Antropología Práctica (manuscrito inédito de 1785). Editorial Tecnos, Madrid, 1990.
  • Filosofía de la Historia (compilación de varios escritos kantianos). Fondo de cultura Económica, México, 1941. 4ª reimpresión en 1992.

Véase también [editar]

Referencias [editar]

  1. Kuehn, Manfred. Kant: A Biography. Cambridge University Press, 2001, p. 26
  2. Lewis, Rick. 2007. 'Kant 200 Years On'. Philosophy Now. No. 62.
  3. Biographical information sourced from: Kuehn, Manfred. Kant: A Biography. Cambridge University Press, 2001. ISBN 0-521-49704-3 which is now the standard biography of Kant in English.
  4. The American International Encyclopedia, J.J. Little & Ives, New York 1954, Volume IX
  5. Ein Jahrhundert deutscher Literaturkritik, vol/. III, Der Aufsteig zur Klassik in der Kritik der Zeit' (Berlin, 1959), pp. 315; as quoted in Gulyga, Arsenij. Immanuel Kant: His Life and Thought. Trans., Marijan Despaltović. Boston: Birkhäuser, 1987.
  6. Gulyga, Arsenij. Immanuel Kant: His Life and Thought. Trans., Marijan Despaltović. Boston: Birkhäuser, 1987 pp. 28–9.
  7. Gulyga, Arsenij. Immanuel Kant: His Life and Thought. Trans., Marijan Despaltović. Boston: Birkhäuser, 1987, p. 62.
  8. Carta abierta por Kant denunciando la filosofía de Fichte (en alemán)
  9. Kant, Immanuel. Observations on the Feeling of the Beautiful and Sublime. Trans. John T. Goldthwait. University of California Press, 1961, 2003. ISBN 0-520-24078-2
  10. Simmons, A. John. 1996. 'Associative Political Obligations'. Ethics, Vol. 106, No. 2: 247-273
  11. M. Kuehn, Kant: A Biography, pp. 154–6. This work, along with the older Kant's Life and Thought, by E. Cassirer, are the main sources, in English, on the life of Kant.


Bibliografía [editar]

  • Arendt, Hannah. Lectures on Kant's Political Philosophy. Chicago, 1982.
  • Aubenque, Pier. La prudence chez Kant. Revue de Métaphysique et de Morale, 1975.
  • Belandria, Margarita. Estructura ontológica del sujeto práctico kantiano. En Revista Dikaiosyne Nº 2. Universidad de Los Andes,Mérida - Venezuela, 1999.
  • Cassirer, Ernesto. Kant, vida y doctrina. FCE. México, 1974.
  • Deleuze, Gilles. La Filosofía crítica de Kant. Ed. Cátedra. Madrid, 1997.
  • Ferrari, Jean. Kant. EDAF, Madrid,1981.
  • Gaos, José. Las 'Críticas' de Kant. Universidad Central de Venezuela. Caracas, 1962.
  • García Morente, Manuel. La filosofía de Kant. Espasa-Calpe. Madrid, 1975.
  • Jaspers, Karl. Kant. Leben, Werke und Rirkung. R. Piper. München, 1975.
  • Rosales, Alberto. Siete ensayos sobre Kant. Universidad de los Andes. Mérida - Venezuela, 1993.
  • Ross, David. Kant's Ethical Theory. Oxford, 1969.

Enlaces externos [editar]

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18/2/08

s2t2 -Por qué Hitler no consiguió la bomba atómica

Por qué Hitler no consiguió la bomba atómica

Por Natividad Carpintero Santamaría

Adolf Hitler.
"De los dos mil doscientos puntos grabados de mis conversaciones con Hitler, la fisión nuclear surgió solamente una vez, y fue mencionada con extrema brevedad". Así se expresa en sus memorias Albert Speer, ministro de armamento alemán desde 1942 hasta 1945 y el único líder nazi que admitió su culpabilidad en Nüremberg.
Al igual que el Reino Unido, la URSS y EEUU, el III Reich desarrolló su propia investigación para dotarse de la bomba atómica. Sin embargo, a diferencia de lo ocurrido en esos países, la investigación alemana se caracterizó por la falta de apoyo gubernamental. Ello hizo que, mientras el Proyecto Manhattan se concentraba en Los Álamos (Nuevo México) y el de la URSS en Arzamas 16 (Sarov), el proyecto germano sufriera una descentralización permanente, pasando de una jefatura a otra, del Ministerio de Educación al de la Guerra y, finalmente, al Cuartel General del Aire, disgregándose en diferentes consejos, consorcios y oficinas de planificación. Asimismo, sus responsables administrativos fueron elegidos más por su calidad de ideólogos del régimen que por su eficacia.
 
La descentralización también afectó a la labor científica, y aunque el máximo responsable, el premio Nobel Werner Heisenberg, trabajaba en Berlín, los demás grupos de investigación se hallaban en laboratorios de Heidelberg, Hamburgo, Leipzig, Gottow, etcétera. Todo ello generó una gran falta de comunicación y numerosos malentendidos en un equipo que, no lo olvidemos, además trabajaba en una situación de guerra abierta, bajo la amenaza, cuando no el impacto, de las bombas aliadas.
 
El desinterés del Gobierno de Hitler se basó, en parte, en un informe que suscribieron en 1942 Heisenberg y otros científicos y en el que se afirmaba que la confección de una bomba atómica requeriría un mínimo de dos años... siempre y cuando se concediese al proyecto la máxima prioridad. Para un país como Alemania, que había ocupado militarmente Europa Occidental en una guerra relámpago, esperar más de dos años no entraba en los planes. El Reich se volcó, pues, en el desarrollo de armas y aviones de combate y de maquinaria pesada, así como en la fabricación de los sofisticados misiles teledirigidos HS-293, los pulsorreactores V1 y los cohetes V2, que fueron lanzados sobre Inglaterra. También fabricó los agentes neurotóxicos sarín y tabún, aunque no los empleó en la contienda (tampoco lo hizo ningún otro combatiente).
 
Robert Oppenheimer.El equipo de Heisenberg siguió inicialmente el mismo camino que el de Robert Oppenheimer. Por un lado, obtener uranio altamente enriquecido; pero no se pasó de la fase experimental, debido a la magnitud de la empresa (era preciso acometerla a escala industrial). Por el otro, obtener plutonio; pero tampoco pudo ser, pues no se consiguió la reacción en cadena del reactor. La falta de material con el que poder trabajar fue otro problema, pues el suministro de agua pesada como moderador neutrónico para conseguir la reacción en cadena del reactor, que en un principio se hizo traer desde las plantas noruegas de Norsk Hydro, fue suspendido cuando éstas resultaron bombardeadas por la aviación aliada (1943), tras conocerse que el Reich estaba utilizando este producto en su investigación.
 
Es cierto que podían haber usado grafito, tal y como hizo Enrico Fermi en la pila de Chicago, con la que consiguió la primera reacción nuclear en cadena de la historia (1942), pero Walther Bothe, profesor de Heidelberg y químico encargado de los análisis, hizo que se rechazara esta posibilidad, probablemente debido a la falta de pureza del material que le proporcionaron. Los compañeros de Bothe le reprocharon sus resultados, y atribuyeron a su error la lentitud de los trabajos. (Bothe recibiría en 1954 el Nobel de Química).
 
El desarrollo de plantas industriales para la separación isotópica o producción de plutonio al estilo de los grandes laboratorios que se construyeron en EEUU, en Oak Ridge y Hanford, resultaba impensable en un país sobre el que se cernió la guerra estratégica total a partir de 1943, con el correspondiente bombardeo aliado de grandes ciudades (Hamburgo, Berlín...), complejos industriales, comunicaciones, etcétera. Ello imposibilitó la continuación de los trabajos.
 
Ese mismo año, y como consecuencia de lo dispuesto en un decreto gubernamental, los equipos instalados en las principales ciudades se dispersaron y fueron trasladados a pueblos del sur del país, como Tailfingen y Hechingen. El reactor en fase de construcción que se encontraba en Berlín se llevó a unas cuevas de la localidad de Haigerloch, y parte de otros equipos se metieron en una fábrica de seda para paracaídas en la localidad de Celle, cerca de Hannover.
 
***
 
El proyecto de la Alemania nazi para hacerse con un explosivo nuclear es un capítulo histórico que ha levantado bastante controversia, entre otras razones porque la mayoría de los científicos que trabajaron en ello estaban en franco desacuerdo con el Gobierno nacionalsocialista, lo cual no impidió que al acabar la guerra se vieran envueltos en una acusación generalizada de colaboracionismo con el régimen de Hitler.
 
Heinsenberg llegó a confesar a su esposa, Elisabeth, lo que sigue:
No te preocupes. No construiremos bombas atómicas. El desarrollo de una bomba es un proyecto gigantesco. Llevaría probablemente años, y la orden de Hitler de que no se hagan proyectos que tarden más de medio año nos favorece.
Otro aspecto que se ha mencionado es la emigración de los científicos judíos que se vieron forzados a dejar Alemania a raíz de la aprobación de las leyes antisemitas. Fue un éxodo muy importante desde el punto de vista cualitativo, pues cerca de veinte premios Nobel abandonaron Centroeuropa entre 1933 y 1938.
 
Se ha dicho también que Alemania se mostró incompetente para desarrollar la investigación nuclear. Es un punto de vista erróneo, que mezcla el natural rechazo al régimen nazi con las personas que tuvieron que sufrirlo. Los científicos germanos que formaron parte del proyecto nuclear tenían la misma categoría que sus colegas del Proyecto Manhattan; entre ellos se contaban premios Nobel como Werner Heisenberg, Max von Laue, Otto Hahn y Walther Bothe, y trabajaron en unas condiciones altamente inadecuadas (recordemos, de nuevo, la realidad de los bombardeos).
 
Cuando le entrevisté en Moscú, Carl Friedrich von Weizsäcker, hijo del secretario de Estado para Asuntos Exteriores, Ernest von Weiszäcker, y miembro del equipo de Werner Heisenberg en Berlín, me dijo que jamás pensaron que EEUU arrojaría una bomba atómica sobre Alemania, y que se quedaron absolutamente sorprendidos ante la noticia del bombardeo nuclear sobre Hiroshima.
 
Hitler se suicidó el 30 de abril de 1945, en el refugio antiaéreo de la Cancillería. En mayo cayó Berlín, y con ella el III Reich. Ese mismo mes se puso en marcha la Operación Epsilon, cuyo objetivo era reunir a los científicos que habían participado en el proyecto nuclear alemán, arrestarlos y trasladarlos a Inglaterra –para evitar, entre otras cosas, que cayesen en manos del Ejército Rojo–. Los aliados detuvieron a los catorce más importantes, y se llevaron a diez de ellos al Reino Unido: Bagge, Bothe, Diebner, Gerlach, Hahn, Harteck, Heisenberg, Korsching, von Laue y von Weiszäcker.
 
El 9 de mayo, el mariscal Keitel ratificó la capitulación incondicional de Alemania, con lo que oficialmente se puso fin a la guerra en Europa. El 3 de enero de 1946, seis meses después de ser arrestados, los científicos alemanes fueron puestos en libertad.
 
 
NATIVIDAD CARPINTERO SANTAMARÍA, profesora en la Universidad Politécnica de Madrid y miembro de la Academia Europea de Ciencias.
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