Las Dos Caras de una Rendición
Ceremonia celebrada en Moscú donde son abatidos los emblemas del Tercer Reich.
No importa de que guerra hablemos o de cuando tuvo lugar. Cuando se habla de rendición no existe ninguna duda, basta mirar un par de imágenes para averiguar, sin temor a equivocarse, quienes son los vencedores y quienes los vencidos.
VENCIDOS.
La imagen está tomada en Reims (Francia) el 7 de Mayo de 1945 y sus rostros abatidos, pensativos y tristes lo dice todo. Es la firma de la rendición incondicional de Alemania.
Nosotros, los firmantes, autorizados para ello por el alto mando Alemán, declaramos con este documento la rendición sin condiciones, al comandante supremo de cuerpo de expedición aliado y, simultáneamente, al alto mando soviético, de todas las fuerzas terrestres, marítimas y aéreas que en esta fecha están bajo el mando Alemán.
(Primer párrafo del documento de rendición)
Documento de la rendición. La firma del centro es la del general Jodl . Ver documento ampliado.
Tras la firma, el general Jodl(centro), se levantó, pidió permiso para hablar y en Alemán dijo:
Con esta firma el pueblo Alemán y las fuerzas armadas alemanas se entregan, para bien o para mal, en manos de los vencedores. En esta guerra que ha durado más de cinco años, el pueblo y las fuerzas armadas han realizado gestas memorables, sufriendo quizás más que ningún otro pueblo en el mundo. En esta hora sólo puedo expresar la esperanza de que los vencedores les traten con espíritu generoso.
Nadie contestó.
Ninguno de los tres que aparecen en la foto vivió demasiado. El almirante von Friedeburg (derecha) se suicidó a los pocos días. El general Jodl terminó en el patíbulo de Nuremberg y Oxenius, ayudante de campo de Jodl (izquierda), murió a los tres años en un campo de prisioneros.
General Jodl tras su ejecución.
VENCEDORES.
La fotografía es unos instantes después de la firma alemana y la sonrisa es la constante en todos los rostros. También puede verse a Eisenhower que muestra orgulloso las plumas con las que se firmó la rendición. Ninguno de los altos mandos aliados estuvo presente en el momento de la firma y a ella, como representante aliado, sólo asistió el general Smith (segundo izquierda). Eisenhower se negó a reunirse con los alemanes hasta que no hubieran firmado, supongo que siguiendo un poco la máxima de que no hay mayor desprecio que no hacer aprecio. Tan sólo cuando hubieron firmado entró en la sala y sin que hubiera ningún intercambio de saludos dijo en un tono áspero:
¿Han entendido ustedes los términos de su rendición incondicional y están dispuestos a cumplirlos?
El general Jodl se puso en pié, se cuadró, hizo sonar sus tacones e inclinó la cabeza en gesto afirmativo. Después lo alemanes abandonaron la sala. “La reunión” entre los altos mandos duró menos de dos minutos.
NOTA CURIOSA: A pesar de estar allí presentes y haber participado igual que todos los aliados en la rendición, los soviéticos quisieron que se firmara otra rendición en Berlín ante sus representantes. Por eso se firmó otro documento exactamente igual en Berlín al día siguiente, el 8 de Mayo, fecha en la que desde entonces celebran el Día de la Victoria, fiesta nacional.
Eisenhower firma autógrafos entre sus soldados. Terminó convirtiéndose en el 34 presidente de EEUU.
Esto en lo que se refiere a las altas esferas, pero entre la tropa, las diferencias entre ambos bandos son, si cabe, más acentuadas. Dos imágenes que lo demuestran aunque habría cientos.
Soldados alemanes en Reims son encerrados en las jaulas de los leones del zoológico de la ciudad.
Tropas americanas y soviéticas posan en una calle de una ciudad alemana.
Visto en la enciclopedia:
Así fue la Segunda Guerra Mundial. Noguer-Rizzoli-Purnell