La caída del Gran Inca
Por Fernando Díaz Villanueva
![]() | La de los incas fue la más avanzada, exquisita y admirable de las civilizaciones prehispánicas. Sus dominios iban de Ecuador a Argentina, y estaban bien comunicados por una vasta red de caminos. Poseía grandes conocimientos de agricultura, arquitectura, medicina, astronomía…, y, aunque no conocía la rueda ni la escritura, se atrevía con elaboradísimos relieves y trepanaciones. |
Allí, en el corazón de América, oyó hablar de las fabulosas riquezas de un imperio situado en el Mar del Sur, a no muchas jornadas de viaje de Panamá, en una tierra aún sin explorar. El único que la conocía, Pascual de Andagoya, que había navegado por sus aguas en 1522, la llamaba Birú porque, según parece, uno de los caciques que se encontró atendía por ese nombre. El hecho es que Andagoya, que, como buen vasco, era un poco fanfarrón, no había llegado ni a las puertas del imperio en cuestión. Pero con Birú se quedó; un Birú que, andando el tiempo, se transformaría en Perú. Del cacique nunca más se supo.
Como era de esperar, el trujillano se negó en redondo y, ante los emisarios del gobernador, desenvainó la espada y trazó sobre la arena de la playa una línea, tan recta y tan cortante como el florete que la había dibujado. Acto seguido miró a sus hombres y les dijo con solemnidad: "Por este lado se va a Panamá, a ser pobres; por este otro al Perú, a ser ricos. Escoja el que fuere buen castellano lo que más bien le estuviere". Trece decidieron ser buenos castellanos, y ricos. Los "trece de la fama", que en realidad fueron catorce, porque Bartolomé Ruiz también se a apuntó a lo de los incas, aunque hubo de regresar a Panamá a por refuerzos.
Fue entonces cuando Atahualpa cometió su primer, único y definitivo error. Envió una embajada a Pizarro con regalos y comida para citarle en la sierra, en la ciudad de Cajamarca. Allá se dirigió el extremeño con todos sus hombres, entre los que se contaban sus hermanos y el joven Hernando de Soto, que había venido desde Nicaragua para participar del botín.
El Inca ofreció un generoso rescate por su persona: una sala llena de oro y dos llenas de plata. No entraba en los planes de Pizarro soltar al indio, pero a nadie le amarga un dulce, y menos que a nadie a un conquistador español... cuando ese dulce es de oro y plata. Atahualpa satisfizo el rescate, pero no le liberaron: le ejecutaron unos meses después, en la misma plaza donde había sido apresado. ---------------------------------------------
Francisco Pizarro
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Francisco Pizarro González, marqués de los Atabillos (Trujillo, 16 de marzo de 1478 - Lima, 26 de junio de 1541) fue un explorador y conquistador español famoso por haberse enfrentado al Imperio Inca logrando la Conquista del Perú.
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Biografía [editar]
Infancia y juventud [editar]
Francisco Pizarro nació en la ciudad de Trujillo (Extremadura). Existen dudas acerca de la fecha exacta de su nacimiento puesto que, si para unos historiadores fue el 16 de marzo1476, para otros fue la misma fecha, pero del año 1478. Algunos historiadores llegan a hablar de 1472. Fue hijo natural del hidalgo Gonzalo Pizarro Rodríguez de Aguilar, que participó en las campañas de Italia, bajo el mando de Gonzalo Fernández de Córdoba, y de Francisca González Mateos, campesina y doncella de la tía de Gonzalo, Beatriz Pizarro, devota del Convento de San Francisco el Real de la Coria. de
La infancia de Francisco Pizarro fue muy pobre y difícil. Al parecer abandonó Trujillo y se dirigió a Sevilla entre 1492-93.
A la edad de 20 años se alistó en los tercios españoles que a las ordenes de Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, luchaban en las conocidas como campañas de Nápoles contra los franceses. Según López de Gómara habría servido bajo las órdenes de éste, siempre como soldado, en el sur de la península, Calabria y Sicilia. Regresa a Sevilla donde permanecerá hasta su marcha a América. Poco se sabe de su estancia en esta ciudad.
Primeros años en América [editar]
En 1502, llegó a América en la expedición de Nicolás de Ovando, el nuevo gobernador de La Hispaniola. De sus primeros años en América sabemos muy poco. Probablemente participó en la “pacificación” de la Hispaniola.
En 1508, el Rey de España Fernando el Católico sometió a concurso la conquista de Tierra Firme. Se crearon dos nuevas gobernaciones en las tierras comprendidas entre los cabos de la Vela (Colombia) y de Gracias a Dios, (en la frontera entre Honduras y Nicaragua). Se tomó el golfo de Urabá como límite de ambas gobernaciones: Nueva Andalucía al este, gobernada por Alonso de Ojeda, y Veragua al oeste, gobernada por Diego de Nicuesa.
En 1509, hubo una expedición comandada por el bachiller y Alcalde Mayor de Nueva Andalucía Martín Fernández de Enciso que salió a socorrer al gobernador Alonso de Ojeda, quien era su superior. Ojeda junto con setenta hombres, había fundado el poblado de San Sebastián de Urabá en Nueva Andalucía, lugar donde después se levantaría la ciudad de Cartagena de Indias; sin embargo, cerca del establecimiento existían muchos indígenas belicosos que usaban armas venenosas, y Ojeda había quedado herido de una pierna. Poco después, Ojeda se retiró en un barco a La Española, dejando el establecimiento a cargo de Francisco Pizarro, que en ese momento no era más que un valiente soldado en espera de que llegara la expedición de Enciso. Ojeda le pidió a Pizarro que se mantuviera con unos pocos hombres por cincuenta días en el poblado, o que de contrario usara todos los medios para regresar a La Española.
Hombre de fuerte carácter y poco dispuesto a la actividad sedentaria, participó en la expedición de Alonso de Ojeda que exploró América Central y Colombia (1510) y luego en la de Vasco Núñez de Balboa que culminó en el descubrimiento del Mar del Sur (más tarde, Océano Pacífico) en 1513. En enero de 1519, Francisco Pizarro arrestó a Vasco Núñez de Balboa por orden de Pedro Arias de Avila, Gobernador de Castilla de Oro. De 1519 a 1523, fue encomendero y alcalde de la ciudad de Panamá. Existen discrepancias sobre el estado de la fortuna de Pizarro durante su estancia en Panamá. Al respecto, Horacio Urteaga afirmó que
Éste es el único cronista que asegura que la situación económica de Pizarro y Almagro era holgada. Quintana y Mendiburu, que mucho averiguaron sobre la vida de los conquistadores, aseguran que Pizarro era uno de los moradores de Panamá menos acaudalados, y cuando llegó el caso de la famosa contrata para descubrir el Perú, ambos socios no pudieron poner otra cosa que su industria personal y su experiencia.
En efecto, en 1524, Pizarro se asocia con Diego de Almagro y Hernando de Luque, un hombre influyente, cura de Panamá, para conquistar "Birú" o "El Birú" (el Imperio IncaPerú), del que tenían vagas noticias, repartiéndose las responsabilidades de la expedición. Pizarro la comandaría, Almagro se encargaría del abastecimiento militar y de alimentos y Luque estaría al cargo de las finanzas y de la provisión de ayuda. Existen noticias de un cuarto asociado, el licenciado Espinosa, que no quiso figurar oficialmente y que habría sido el financiador principal de las expediciones hacia el Perú. del
Pizarro no fue ni el primero ni el único que intentó la conquista del Perú. Dos años antes, en 1522, Pascual de Andagoya intentó la aventura: su expedición terminó en un estrepitoso fracaso. Sin embargo, las noticias de la existencia de "Biru" y de sus enormes riquezas en oro y plata, influyeron sin duda en el ánimo de los asociados y pudieron haber sido decisivas en la toma de decision para acometer la empresa.
La conquista del Perú [editar]
En 1531 llega a Perú, luego de una gran epidemia de viruela que asoló el imperio matando incluso al Inca Huayna Cápac, lo que desató a su vez una guerra civil que enfrentó a los sucesores, Atahualpa y a su hermano, el Sapa Inca Huáscar. Pizarro se adentró temerariamente en el territorio inca con 180 soldados y 37 caballos, se dirigió a Cajamarca, donde hizo prisionero a Atahualpa (16 de noviembre de 1532).
Tras el pago de un fabuloso rescate en oro y plata, Pizarro, reforzado por la llegada de Almagro con un centenar de arcabuceros, no sólo no cumple su promesa de liberar a Atahualpa sino que, con la excusa de que había mandado ejecutar a su hermano (lo cual era cierto) y de que preparaba una sublevación general del país (que no lo era), es ejecutado.
A continuación se alió con la nobleza del Cusco, partidaria de Huáscar, lo cual le permitió completar sin apenas resistencia la conquista de Perú. Tras nombrar Inca a un hermano de Atahualpa, Túpac Hualpa, marcha al Cusco, capital del Imperio Inca, ocupándola en noviembre 1533. Su hermano Juan es nombrado regidor de la ciudad.
El 18 de enero de 1535, fundó en la costa la Ciudad de los Reyes, pronto conocida como Lima, y Trujillo, con lo que se inició la colonización efectiva de los territoriosHernando, que había partido a España para entregar el Quinto del Rey a la corona, regresó portando el título de marqués para su hermano Francisco, y el de adelantado para Almagro, al cual se le habían concedido 200 leguas al sur del territorio atribuido a Pizarro. conquistados. Mientras tanto, su hermano
Guerra civil entre españoles [editar]
Almagro, considerando que el Cusco estaba dentro de su jurisdicción destituyó a Juan Pizarro y lo encarceló junto a su hermano Gonzalo. Francisco acudió desde Lima y firmó un acuerdo con Almagro en Cusco, tras lo cual Almagro partió para Chile.
A la vuelta de su infructuosa expedición, Almagro trata de ocupar de nuevo el Cusco, el cual, defendido por su regidor Hernando Pizarro, estaba resistiendo un largo cerco por parte de los incas sublevados al mando de Manco Inca, que había conseguido huir de los españoles.
Mientras tanto Pizarro en Lima sufrió también el cerco de dicha ciudad por parte de Quizo Yupanqui, general y pariente de Manco Inca, quien tras estar a punto de tomar la capital, fue muerto en batalla. La victoria en Lima de Pizarro se debió a su estratégica alianza con los señores étnicos enemigos de los Incas. En este caso en peculiar destacó la alianza con la cacique de Huaylas, Contarhuacho, quien era su suegra, puesto que su hija Quispe Sisa (también conocida como Inés Huaylas) se convirtió en mujer de Pizarro a su paso por Huaylas después de la muerte de Atahualpa rumbo al Cusco, con quien tenía una hija, Francisca. Contarhuacho se apersonó en Lima con cinco mil hombres quienes pelearon junto a los hispanos en la defensa de Lima frente al cerco y ataque incaico.
Tras la llegada de Almagro al Cusco, Manco Inca levantó el cerco, lo que aprovechó Almagro para encarcelar a Hernando y Gonzalo Pizarro. Tras derrotar al lugarteniente de Pizarro, Alonso de Alvarado, en la Rota de Abanday, llega a un nuevo acuerdo con Pizarro en Mala (1537), por el que Hernando es puesto en libertad.
La paz fue corta y ambos bandos vuelven a enfrentarse en la batalla de las Salinas (1538), cerca de Cusco. Los almagristas son derrotados y Diego de Almagro procesado, condenado a muerte y ejecutado por Hernando Pizarro, en la Plaza Mayor de Cusco (8 de julio de 1538).
Tras la muerte de Almagro, Pizarro se dedicó a consolidar la colonia y a fomentar las actividades colonizadoras (envía a su hermano Gonzalo a Quito, a Pedro de Valdivia a Chile...)
Sin embargo, los partidarios de Almagro se agruparon en torno a su hijo Almagro el Mozo, los cuales, bajo el mando de Juan de Rada entran en el palacio del conquistador en Lima y le dan muerte el 26 de junio de 1541.

