La vida de Schliemann.
Nacido en la pobreza en 1822, sobrevivió a un naufragio mientras amasaba una fortuna en los negocios. Ya por 1860 tenía dinero suficiente, y tomó la decisión de proseguir con su obsesión por Homero.
Viajó a Grecia y se casó con una joven de 17 años (él tenía 47); luego se fue a Turquía para buscar la antigua Troya. Como arqueólogo aficionado, Schliemann cometió errores, y puede que hasta haya hecho trampa. Expertos posteriores lo acusaron de haber enterrado algunos objetos que luego dijo haber descubierto. Sin embargo, su éxito es indiscutible. Con el descubrimiento de Micenas abrió la Grecia continental a sucesivas oleadas de fructífera exploración arqueológica.
De pequeño se abocó a estudiar griego con entusiasmo, pero su padre quedó sin trabajo y ya no le pudo pagar las clases. Entonces Henirich, de doce años, se empleó como mandadero y fue ascendiendo lentamente, en una carrera de comerciante azarosa, en su lucha pertinaz; su sueño era hacerse rico.
¿Pero para qué?. Para buscar Troya.
Para hacer la ruta de Ulises, conocer Itaca, hallar en las grutas sicilianas aquella donde Ulises fue presa de Polifemo, el gigantesco Cíclope, encontrar la isla de la maga Circe... las joyas de Helena.., las huellas de la cólera del pélida Aquiles...
Schliemann consiguió su primer objetivo: se hizo rico. Y dedicó su fortuna y el resto de su vida a seguir la ruta de Ulises, con el libro de Homero en mano.Viajó a Turquía, se instaló en las colinas de Bunarbachi,lugar que hasta el momento los eruditos abocados a la cuestión identificaban con Troya. Esta identificación se debía sólo a la presencia de fuentes naturales similares a las que Homero describe en La Ilíada. Este es el pasaje:
"La primera era de agua caliente: el vapor la cubría cual si allí se encontrara, a un lado, un fuego encendido. Y la otra brotaba en verano como el granizo o lo mismo que nieve fundida o agua muy helada".
Al encontrarse junto a las fuentes de la presunta Troya, Schliemann sacó su termómetro y comprobó que las dos fuentes tenían la misma temperatura. Así que los historiadores se equivocaban, bajo la tierra de la triste colina no podía estar Troya. Tampoco el riacho que serpenteaba junto a la colina se identificaba con el caudaloso río que el poeta llama Escamandro.
Pero ya que el prestigio troyano había coronado a la cenagosa colina por tantos años, Schliemann hizo una prueba más, una buena muestra de la excentricidad y tozudez de su método de trabajo: reconstruyó un hecho de La Ilíada, una reproducción de la escena tal vez más famosa: el combate de Héctor y Aquiles; le pagó a un hombre para realizar con él una experiencia fatigosa, pero sin duda original, aunque tal vez reñida con la calma que deben mostrar los hombres de ciencia.
Cuenta el texto que los dos héroes hicieron corriendo tres veces la vuelta a las murallas de Troya. Y eso llevaron a cabo el alemán y su empleado turco. Corrieron ambos, persiguiéndose, alrededor de la colina. La carrera duró dos horas y sólo lograron dar la vuelta a la colina una sola vez. En tanto Aquiles y Héctor habrían dado, según el poema, la vuelta completa tres veces, en una sola tarde. Esta prueba fue suficiente para Schliemann: Troya no estuvo allí.
¿Entonces dónde?Schliemann recorrió la zona, y una colina que se alzaba en las cercanías llamó su atención porque en ella encontró numerosos tiestos y cacharros antiguos. La colina se llamaba Hizarliz, que en turco significa ‘palacio’, por lo que el nombre resultaba sugestivo. Sus investigaciones le hicieron presentir que allí podía hallar la ciudad que buscaba. La colina recordaba en todo a los paisajes descriptos por Homero, tenía el tamaño indicado.., y la tradición del lugar la llamaba simplemente Nueva Ilión, en recuerdo de la ciudad antigua. Schliemann confiaba en las tradiciones transmitidas por vía oral. Después de todo, así se había mantenido en el tiempo el poema homérico.
Fueron años de lucha y trámites con las autoridades turcas. Por fin, al comenzar las excavaciones, aparecieron los primeros resultados alentadores. Se desenterraron murallas y ocultas en ellas, estaban las joyas que el emocionado Schliemann llamó “de Helena”. Sus métodos, aunque muy criticados, rindieron frutos, los arqueólogos por fin reconocerían su trabajo.
Guiado por Homero, invirtiendo su fortuna para hacer realidad su sueño, este hombre que unos admiraban y otros denostaban, y contra el cual se pueden formular innumerables críticas, tuvo el coraje intelectual de creer en lo que nadie creía y su búsqueda de años le dio la razón. La ciudad de Ilión, la Troya más amada, donde sucedió el sitio más famoso de la historia, quedó descubierta a los ojos de los hombres, y por sus antiguas murallas pasean las sombras de los dioses olímpicos y llora el rey Príamo. Y callados para siempre los gritos desgarradores de la princesa Casandra, subsiste el sutil eco del poema más amado y leído de todos los tiempos.
El lugar mágico se había hecho realidad. Y si bien la mayoría de nosotros no visitó ni visitará nunca las ruinas de Troya, existe un poderoso incentivo en la lectura del poema a partir del hecho de que el mito se ha visto reforzado por la realidad. La energía de Troya y sus guerreros atraviesa los siglos y permanece intacta en nuestros días, gracias a Heinrich Schliemann.
Schliemann consiguió su primer objetivo: se hizo rico. Y dedicó su fortuna y el resto de su vida a seguir la ruta de Ulises, con el libro de Homero en mano.Viajó a Turquía, se instaló en las colinas de Bunarbachi,lugar que hasta el momento los eruditos abocados a la cuestión identificaban con Troya. Esta identificación se debía sólo a la presencia de fuentes naturales similares a las que Homero describe en La Ilíada. Este es el pasaje:
"La primera era de agua caliente: el vapor la cubría cual si allí se encontrara, a un lado, un fuego encendido. Y la otra brotaba en verano como el granizo o lo mismo que nieve fundida o agua muy helada".
Al encontrarse junto a las fuentes de la presunta Troya, Schliemann sacó su termómetro y comprobó que las dos fuentes tenían la misma temperatura. Así que los historiadores se equivocaban, bajo la tierra de la triste colina no podía estar Troya. Tampoco el riacho que serpenteaba junto a la colina se identificaba con el caudaloso río que el poeta llama Escamandro.
Pero ya que el prestigio troyano había coronado a la cenagosa colina por tantos años, Schliemann hizo una prueba más, una buena muestra de la excentricidad y tozudez de su método de trabajo: reconstruyó un hecho de La Ilíada, una reproducción de la escena tal vez más famosa: el combate de Héctor y Aquiles; le pagó a un hombre para realizar con él una experiencia fatigosa, pero sin duda original, aunque tal vez reñida con la calma que deben mostrar los hombres de ciencia.
Cuenta el texto que los dos héroes hicieron corriendo tres veces la vuelta a las murallas de Troya. Y eso llevaron a cabo el alemán y su empleado turco. Corrieron ambos, persiguiéndose, alrededor de la colina. La carrera duró dos horas y sólo lograron dar la vuelta a la colina una sola vez. En tanto Aquiles y Héctor habrían dado, según el poema, la vuelta completa tres veces, en una sola tarde. Esta prueba fue suficiente para Schliemann: Troya no estuvo allí.
¿Entonces dónde?Schliemann recorrió la zona, y una colina que se alzaba en las cercanías llamó su atención porque en ella encontró numerosos tiestos y cacharros antiguos. La colina se llamaba Hizarliz, que en turco significa ‘palacio’, por lo que el nombre resultaba sugestivo. Sus investigaciones le hicieron presentir que allí podía hallar la ciudad que buscaba. La colina recordaba en todo a los paisajes descriptos por Homero, tenía el tamaño indicado.., y la tradición del lugar la llamaba simplemente Nueva Ilión, en recuerdo de la ciudad antigua. Schliemann confiaba en las tradiciones transmitidas por vía oral. Después de todo, así se había mantenido en el tiempo el poema homérico.
Fueron años de lucha y trámites con las autoridades turcas. Por fin, al comenzar las excavaciones, aparecieron los primeros resultados alentadores. Se desenterraron murallas y ocultas en ellas, estaban las joyas que el emocionado Schliemann llamó “de Helena”. Sus métodos, aunque muy criticados, rindieron frutos, los arqueólogos por fin reconocerían su trabajo.
Guiado por Homero, invirtiendo su fortuna para hacer realidad su sueño, este hombre que unos admiraban y otros denostaban, y contra el cual se pueden formular innumerables críticas, tuvo el coraje intelectual de creer en lo que nadie creía y su búsqueda de años le dio la razón. La ciudad de Ilión, la Troya más amada, donde sucedió el sitio más famoso de la historia, quedó descubierta a los ojos de los hombres, y por sus antiguas murallas pasean las sombras de los dioses olímpicos y llora el rey Príamo. Y callados para siempre los gritos desgarradores de la princesa Casandra, subsiste el sutil eco del poema más amado y leído de todos los tiempos.
El lugar mágico se había hecho realidad. Y si bien la mayoría de nosotros no visitó ni visitará nunca las ruinas de Troya, existe un poderoso incentivo en la lectura del poema a partir del hecho de que el mito se ha visto reforzado por la realidad. La energía de Troya y sus guerreros atraviesa los siglos y permanece intacta en nuestros días, gracias a Heinrich Schliemann.
Versión Moderna de la Búsqueda:
Schliemann contrató obreros y comenzó las excavaciones. Aunque parezca irónico, no se detuvo al pasar por lo que los arqueólogos posteriores identificaron como la probable Troya de la guerra (alrededor de 1250 a.C.), situada sólo tres niveles por debajo de la superficie.
Schliemann excavó hasta una capa anterior a la de la antiguaTroya, fechada alrededor de 2000 a.C., probablemente unos 700 años más antigua que la Troya de Homero. En 1874 encontró inapreciables artefactos de oro y anunció, erróneamente, que se trataba de los tesoros de Príamo, el rey troyano de La ilíada.
Insatisfecho aún, Schliemann volvió a Grecia para buscar el palacio del rey Agamenón, el jefe de los griegos en La ilíada.
Y, por increíble que parezca, no sólo encontró evidencias de la civilización micénica, que floreció mucho antes de la Grecia clásica (nombre que los historiadores dan al período comprendido entre cerca de 479 y 323 a.C.), sino que descubrió nuevas piezas en oro, que databan de 1550 a.C.
Fuente: Lugares Misteriosos - Paula Ruggiere Historia del Mundo Tomo I
Schliemann excavó hasta una capa anterior a la de la antiguaTroya, fechada alrededor de 2000 a.C., probablemente unos 700 años más antigua que la Troya de Homero. En 1874 encontró inapreciables artefactos de oro y anunció, erróneamente, que se trataba de los tesoros de Príamo, el rey troyano de La ilíada.
Insatisfecho aún, Schliemann volvió a Grecia para buscar el palacio del rey Agamenón, el jefe de los griegos en La ilíada.
Y, por increíble que parezca, no sólo encontró evidencias de la civilización micénica, que floreció mucho antes de la Grecia clásica (nombre que los historiadores dan al período comprendido entre cerca de 479 y 323 a.C.), sino que descubrió nuevas piezas en oro, que databan de 1550 a.C.
Fuente: Lugares Misteriosos - Paula Ruggiere Historia del Mundo Tomo I
Heinrich Schliemann - Wikipedia, la enciclopedia libre
es.wikipedia.org/wiki/Heinrich_Schliemann
Heinrich Schliemann (Neu-Bukow (Mecklemburgo) 6 de enero de 1822 - Nápoles (Italia) 26 de diciembre de 1890) fue un millonario prusiano que, tras amasar ...Troya - Wikipedia, la enciclopedia libre
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Si te ha gustado lo mejor que debes hacer es ir a su blog/pagina.*****En mi blog no puedes dejar comentarios , pero si en el del autor. ********HA ENTRADO EN el BLOG/ARCHIVO de VRedondoF. Soy un EMPRESARIO JUBILADO que me limito al ARCHIVO de lo que me voy encontrando "EN LA NUBE" y me parece interesante. Lo intento hacer de una forma ordenada/organizada mediante los blogs gratuitos de Blogger. Utilizo el sistema COPIAR/PEGAR, luego lo archivo. ( Solo lo INTERESANTE según mi criterio). Tengo una serie de familiares/ amigos/ conocidos (yo le llamo "LA PEÑA") que me animan a que se los archive para leerlo ellos después. Los artículos que COPIO Y PEGO EN MI ARCHIVO o RECOPILACIÓN (cada uno que le llame como quiera) , contienen opiniones con las que yo puedo o no, estar de acuerdo. ******** Cuando incorporo MI OPINION, la identifico CLARAMENTE, con la unica pretension de DIFERENCIARLA del articulo original. ***** Mi correo electronico es vredondof(arroba)gmail.com por si quieres que publique algo o hacer algun comentario.