Sentimientos en Guerra
La guerra es, sin duda, uno de las situaciones más traumáticas por la que puede pasar una persona. Estas situaciones tan extremas hacen aflorar todos los sentimientos del ser humano, sentimientos que se ven perfectamente reflejados en la cara de quienes los sufren, como el cansancio que transmite el paracaidista alemán de la foto superior.
También en la guerra se pude ver el desconsuelo
La tensión de sentir un tanque pasando por encima de tu cabeza.
El dolor de los heridos.
La incertidumbre de estos británicos, afectados por gas en la I guerra mundial.
La derrota de los vencidos.
La desconfianza en la mirada del prisionero americano de la derecha, en manos de los japoneses.
La desesperación de un preso que, en un intento inútil por escapar, se arroja sobre unas alambradas electrificadas.
El odio más cruel, incomprensible e irracional.
Pero sin duda que en la guerra lo que más se siente es miedo…
…mucho, mucho miedo. Tanto miedo que te meas en los pantalones.
Hasta los buenos sentimientos tienen en guerra un sabor agridulce. Como la alegría que se ve en estos artilleros alemanes cuando aciertan en el blanco. ¿Con cuantos habrán acabado?
Pero tratemos de quedarnos con lo positivo. Como la esperanza de este soldado que cree ver una luz en medio de tanta oscuridad.
O la compasión que demuestra este soldado americano cuando ayuda a una madre y a su hijo japoneses.
Y sobre todo con el buen humor, ese sentimiento tan humano y que tanto ayuda en los momentos complicados. Como a este soldado nacional de la guerra civil española que lee el diario en el mesón Tira palante y come ensaladilla “rusa” con pepino.
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