PULSAR   1  de arriba para cerrar pestaña


PULSAR   1  de arriba para cerrar pestaña

X FECHAS


PULSAR   1  de arriba para cerrar pestaña

x orden alfabetico

enlaces


*

PULSAR 1 de arriba para cerrar pestaña


PULSAR   1  de arriba para cerrar pestaña

+ vistas


PULSAR   1  de arriba para cerrar pestaña

VARIOS


Contador Gratis
relojes para blogger html clock for websites contador de usuarios online
PULSAR   1  de arriba para cerrar pestaña

29/10/09

s2t2 -Los globos de fuego con los que Japón golpeó el corazón de América


Los globos de fuego con los que Japón golpeó el corazón de América

A finales del 1944 comenzaron a registrarse una serie de incendios y extrañas explosiones a lo largo de la costa oeste norteamericana. Los avistamientos de unos extraños globos habían despertado las alarmas del ejército americano. Supuestamente, eran japoneses, pero nadie sabía desde donde eran lanzados. Unos creían que los soltaban desde submarinos y otros que eran la obra de algún norteamericano de origen japonés renegado.

Globo derribado y reinflado por los americanos

Los americanos encontraron el primer globo el 4 de noviembre de 1944, en el mar, cerca de San Pedro, California. Al día siguiente algo parecido a un paracaídas fue visto descender en Themopolis, Wyoming, más de 1.000km tierra adentro. Días después, otro globo fue derribado por un caza en Santa Rosa, California, y otro más, visto en Santa Mónica.

Para comienzos de 1945 no había duda, algo raro estaba sucediendo. Los avistamientos de globos se extendían ya por toda la costa oeste norteamericana, desde la frontera mejicana hasta Alaska, y lo peor es que su amenaza no sólo se limitaba a la costa, sino que algunos de ellos se habían adentrado tierra adentro. Uno de ellos se quedó a tan sólo 15km de Detroit.

La primera reacción de las autoridades fue silenciar los ataques. Primero, para no extender el pánico entre la población y, segundo, para no dar ningún tipo de pista al enemigosobre la efectividad de los globos y animarlo a enviar más. En un principio, nadie creía que los globos pudieran venir directamente desde el Japón. Se creía que lo más probable era que los globos fueran lanzados desde playas americanas, por agentes transportados en submarinos. Algunos incluso especulaban sobre la posibilidad de que hubiera podido ser algún alemán prisionero en Estados Unidos, o que se hubieran lanzado desde algún centro de internamiento para los americanos de origen japonés.

Fue después de analizar la arena que había dentro de los sacos de lastre de los globos que los militares norteamericanos empezaron a tener las cosas claras. La mayoría de los sacos se perdían durante el trayecto por el Pacífico, pero varios globos se estrellaron sin explotar y se pudieron recuperar algunos de sus sacos. En todos los sacos recuperados se encontró la misma arena obscura. La Unidad de Geología del ejército la analizó y descubrió que contenía un centenar de especies diferentes, entre fósiles y vivientes, de diatomeas, un tipo de alga unicelular . Inmediatamente, quedó claro que la arena de los sacos procedía de alguna playapero ¿de cuál?

Lugares atacados por los globos

En la década de 1920, los japoneses habían descubierto la existencia de una fuerte corriente de aire que circulaba a gran velocidad y altitud sobre su país. La corriente soplaba a 9.150m de altura y era capaz de transportar grandes globos a través del Pacífico, unos 8.000km en tan sólo 3 días. Posteriormente, se descubrió que existían otras corrientes de este tipo y se usaría el término corriente en chorro para referirse a ellas. Sin embargo, en un primer momento, el descubrimiento japonés pasó inadvertido en el extranjero.

Varias décadas después, el general Sueyoshi Kusaba llevaba tiempo trabajando con sus colegas del Laboratorio Técnico del Noveno Ejército Japonés en unas bombas globo (fusen bakudan, en japonés). Su idea era construir unos globos capaces de aprovechar esa corriente en chorro para llevar bombas incendiarias y explosivas hasta los Estados Unidos. Una vez en territorio norteamericano, las bombas podrían destruir edificios, causar muertes y provocar incendios. Por un lado, se pretendía crear un clima de psicosis y pánico entre la población civil y, por otro, obligar a los americanos a traer tropas y recursos desde el frente para luchar contra los grandes incendios forestales que los globos pudieran provocar.

El plan era, en cierta manera, la respuesta japonesa a los bombardeos americanos sobre Japón de la Operación Doolittle. Los ataques no causaron daños graves, pero encendieron los ánimos de venganza entre los nipones.

Antes de poner en marcha el plan, sin embargo, quedaban muchos problemas técnicos por resolver. Un globo de hidrógeno se expande a causa de la luz y calor solar, y se contrae cuando se enfría durante la noche. Los ingenieros idearon un sistema de control que en función de un altímetro dejaba ir lastre. Cuando el globo descendía por debajo de los 9km, el sistema dejaba caer mediante una señal eléctrica un par de sacos de las tres docenas que llevaba. De manera similar, cuando el globo se elevaba por encima de los 11.6km, el altímetro accionaba una válvula que dejaba escapar hidrógeno.

Lastres y mecanismo del globo

El sistema de control dirigía el globo durante los tres días de vuelo. Para entonces, era muy probable que ya hubiera llegado a Estados Unidos. Una pequeña explosión soltaba las bombas y, al mismo tiempo, encendía una mecha de 19.5 metros. Pasados 84 minutos, la mecha encendía un pequeño explosivo que destruía el globo.

Los globos eran de 10 metros de diámetro y tenían capacidad para unos 540 metros cúbicos de hidrógeno. Aunque podían levantar hasta 450kg de peso, llevaban una carga destructiva no demasiado grande. Unas veces, eran 12kg de material incendiario y otras, una bomba antipersonal de 15kg con cuatro bombas incendiarias de cinco.

Al principio, los globos se fabricaban usando seda engomada, pero con el tiempo los ingenieros se dieron cuenta que había un material mejor y que perdía menos hidrógeno: el washi, un papel hecho a partir de pasta de arbustos de una especie de moras que era impermeable y muy resistente. Se hizo un pedido de 10.000 globos de washi. Como este material sólo estaba disponible en trozos rectangulares no muy grandes, se tenían que enganchar unas cuantas piezas de él usando una pasta comestible llamada konnyaku. Algunostrabajadores hambrientos robaban esta pasta para comérsela. En cualquier caso, los trabajadores no tenían ni idea de para que servía su trabajo.

Las primeras pruebas se llevaron a cabo en septiembre de 1944 y fueron todo un éxito. El primer globo fue soltado a comienzos de noviembre, en sólo unos minutos el globo se convirtió en un pequeño punto en el horizonte. Los japoneses escogieron el comienzo del otoño porque es la época del año en que la corriente en chorro es mayor. Sin embargo, esta decisión limitaba mucho la posibilidad de que las bombas incendiarias causaran incendios forestales, ya que en otoño los bosques están demasiado húmedos para prender.

Después del primer lanzamiento, los globos continuaron llegando a Oregón, Kansas, Iowa, British Columbia, Alberta… La aviación norteamericana intentaba interceptarlos, pero con escaso éxito. Los globos volaban a gran altitud y, sorprendentemente, muy rápido. Apenas consiguieron derribar unos veinte.

Pero a pesar de que los globos eran difíciles de abatir, causaban muy pocos daños. Sólo uno de sus ataques podría haber tenido alguna consecuencia en el desenlace de la guerra. Ocurrió el 10 de marzo de 1945 y fue por casualidad. Ese día uno de los globos cayó cerca de una de las instalaciones del Proyecto Manhattan. El globo provocó un cortocircuito en las líneas de alta tensión que proporcionaban electricidad al sistema de refrigeración del reactor. Afortunadamente, el incidente no tuvo mayores consecuencias y los sistemas de emergencia recuperaron la tensión enseguida.

Secuencia en la que se puede ver un globo de fuego mientras es derribado

Más trágico fue lo sucedido con un globo que llegó hasta los bosques de Oregón. Durante un picnic parroquial, el Reverendo Archie Mitchell contempló horrorizado como su mujer y cinco niños que los habían acompañado murieron cuando una de las niñas intentaba recoger de un árbol lo que pensaba que era sólo un globo. Fue el único ataque que causó víctimas e hizo que las autoridades levantaran el apagón mediático. Era mejor que la gente estuviera informada para que no se volviera a repetir un accidente así.

A pesar de su limitada efectividad, las autoridades norteamericanas estaban preocupadas. Los americanos sabían que los japoneses intentaban desarrollar armas biológicas, y temían que pudieran usar los globos para hacerlas llegar hasta los Estados Unidos. Un globo cargado de agentes biológicos hubiera sido una amenaza seria y muy grave. Otra temor, aunque menos real, era que los japoneses decidieran usar los globos para infiltrar agentes en Norteamérica.

En total, los japoneses soltaron unos 9.000 globos esperando que al menos un 10% de ellos llegara a América. Si bien los Estados unidos registraron sólo 285, los expertos creen factible que fuera cierta esa cifra, y que unos 1.000 consiguieran atravesar el Pacífico. En su propaganda, Japón hablaba de los grandes incendios y de las 10.000 bajas que sus globos estaban provocando. También sostenía que los incendios estaban arrasando los bosques y el pánico se había desatado entre la población.

Sin embargo, los japoneses intuían que la situación real era muy distinta. La única noticia que habían tenido de sus globos fue la del incidente de Oregón. Tal vez por ello, el ejército japonés empezó a dudar de la efectividad del plan y el General Kusaba recibió la orden de cesar las operaciones en abril de 1945. Casi al mismo tiempo que los americanos habían conseguido identificar y destruir dos de los tres puntos de lanzamiento de los globos.

El mérito fue de la Unidad de Geología del ejército norteamericano que llevó a cabo un trabajo detectivesco para recudir el número de puntos posibles de lanzamiento. En los primeros análisis, los investigadores de la unidad comprobaron que no había ningún tipo de coral en la arena de los sacos de lastre. En Japón, el coral crece a lo largo de la costa de Honshu, la isla principal de Japón, hasta la bahía de Tokio, pero no más al norte.

En la arena también encontraron foraminíferas, pequeños esqueletos de organismos microscopios provenientes del fondo del océano. Algunas de las especies de foraminífera identificadas sólo habían sido descritas en estudios científicos sobre las playas al norte de Tokio, en la costa este de Honshu.

La presencia de hiperstena, de augita de origen volcánico y de varios minerales pesados permitió reducir la posible zona de origen a una banda de costa de 1.600km en la parte norte de Japón. Posteriormente, mediante el estudio de informes geológicos japoneses de antes de la guerra, se limitó a sólo dos posibles localizaciones: una gran playa cerca de Shiogama, y otra playa en Ichinomiya, ambas en el norte de Japón.

Esquema de un globo de fuego, el cable colgando a la derecha es la mecha para la autodestrucción

Una vez la Unidad de Geología había identificado la costa norte de Japón como el origen de la arena y, muy probablemente, el punto de lanzamiento, se sometió la zona a un detalladoreconocimiento fotográfico. Los intérpretes fotográficos consiguieron identificar dos de las tres plantas en las que se producía el hidrógeno de los globos en las afueras de Ichinomiya. Y en abril de 1945 fueron destruidas por los bombarderos B-29.

Después de la guerra, se continuó encontrando restos de los “globos de fuego”. Ocho durante los siguientes cinco años, tres en la década de los 50 y dos en la de los 60. El último globo operativo se encontró en 1955, su carga todavía estaba lista para explotar después de diez años de corrosión. En 1978, en Oregón, se encontró parte de la estructura de otro de estos globos, fusibles y barómetros. Y en 1992, se encontró en Alaska otro más, pero no letal. Hoy en día, no se descarta que pueda haber más globos sin explotar ocultos en los bosques, lagos y montañas de Norteamérica.

Enlace permanente a Los globos de fuego con los que Japón golpeó el corazón de América

+posts:
Las palomas que espiaron para Churchill 
El Ekranoplano, el monstruo del Mar Caspio
La radio del pueblo, la radio de Hitler

+info:
Bomba globo en es.wikipedia.org
Fire Balloon in en.wikipedia.org
How Geologists Unraveled the Mystery of Japanese Vengeance Balloon Bombs in WWII by J. David Rogers et al.
The Fire Balloons by Greg Goebel